Shalaia nace con la esencia de su propio nombre, ‘shala’ espacio donde practicar y aprender yoga con ‘alaia’, alegría. El espacio físico ayuda a vivir plenamente una sesión de yoga, por su energía pacífica y alegre, por su encanto y cuidado, por ser, siempre, acogedor. Y a la vez, se expande y amplía horizontes gracias a la tecnología, y por eso nuestra escuela decide también ser online, queriendo llevar allá donde estés la esencia y la práctica de nuestras clases, del yoga.
Con nosotras podrás crear o transformar el lugar de tu práctica en uno que te acerque a la fluidez, al equilibrio, a la armonía, a disfrutar desde el respeto y la escucha, de cada movimiento, respiración, de tu momento de yoga, de tí.
Tendrás libertad de elección entre la gran variedad de estilos y duración que desarrollamos para que así dependiendo de tu interés, necesidad o deseo, la práctica se adapte a ti, tanto online como presencialmente.
En cada estilo realizamos una evolución del aprendizaje, haciendo que cada clase tenga relación con la siguiente, atravesando un hilo conductor.
Añadiendo nuestra propia esencia: nuestras clases y talleres son dinámicos, alegres, risueños, leemos textos literarios occidentales y orientales, a veces hay música y en otras silencio y mucho, mucho yoga. Nuestras sesiones tienen sentido en su forma y en su continuidad.
Somos una escuela que abre la práctica a cualquier persona que esté interesada, independientemente de su deseo, condición física, experiencia y momento. El yoga es para todos, el yoga eres tú.
Te invitamos a disfrutar del hogar, de la alegría que hay en el asana.
El yoga es una disciplina nacida en la India. ‘Yoga’ tiene varias interpretaciones y significados, aunque muchos coinciden en que significa ‘unión’ en sánscrito. Uno de sus motivos es el de integrar la condición física, mental, energética/emocional y espiritual, logrando una conexión y equilibrio entre ellas mediante la práctica.
Esta vivencia se obtiene mediante varias herramientas: asana (postura), vinyasa (movimiento), pranayama (respiración), dyana (meditación), etc. Y mediante varios estilos: hatha yoga, yin yoga…
Conocemos esta disciplina gracias a la inicial transmisión oral por los maestros yoguis de la India y los antiguos escritos donde se esboza su filosofía y práctica. La evolución del Yoga, su dinamismo, adaptación y creatividad, nos lleva a lo que conocemos hoy.
Sabemos que debido a sus técnicas los beneficios en la salud física y mental son indudables. El yoga contribuye al bienestar, nos hace conscientes, libres, respetuosos y nos atrevemos a decir, alegres. «El yoga es, de alguna manera, lo que nosotros somos en cada momento», ya que despierta y acompaña a todo yogui-ni en cualquier ocasión y lugar.
Y no hay forma más bella de vivirlo que, esencialmente, practicando.
Cuando conocí el yoga fue una alegría. Su práctica y filosofía me resultaban familiares a mi forma de estar conmigo y los demás. A mi modo de entender lo que me rodea. Y me ayudó a estructurar y expresar lo que andaba por ahí dentro de mí. Fue como cuando conoces a alguien con el que compartes perspectiva y pasión, se hace tu amigo, te ríes, disfrutas de su compañía y te aleja de la soledad, haciendo tu vida un mejor camino. Pues, así fue mi encuentro con el yoga como practicante, una delicia. Al poco me interesé por esta disciplina y empecé a estudiarla en escuelas como EIY (Madrid) y Rishikul Yogshala (India).
Comencé a dar clases de yoga y a llevar un poco de esta sabiduría a las personas que me rodeaban. Y seguí, seguí aprendiendo, formándome más y acogiendo lo que mis maestros (mis amigos yoguis) sabían. El yoga es una alegría también por su eterna capacidad de mostrarte y enseñarte más a cada paso, de cada maestro, de cada circunstancia, de una misma. Lo que me impulsa a crear esta escuela se debe a un conjunto de circunstancias, vivencias, reflexiones y de, sobre todo, personas. Hay dos fuertes aprendizajes en mi vida yogui que me motivaron a compartir la práctica de yoga, a compartirla de verdad. Y entonces, amaneció una gran voluntad de acompañar a otros en esta bonita materia, de aportar esa lucidez, sabiduría y alegría que encuentro en el yoga, y encuentro en las personas que lo practican.
Nuestra vida en sociedad necesita más apertura, acercamiento y cuidado, más fortaleza, confianza y sabiduría, más comprensión y respeto, para vivir mejor. Creo en el poder que todos albergamos para ser y estar mejor con nosotros y con los demás, y creo en la fuerza del yoga para recordárnoslo.
Formada en EIY Madrid y RISHIKUL YOGSHALA India
Especialidad en hatha yoga, vinyasa yoga, astanga yoga, yoga para niños, yin yoga, yoga danza y yoga con sillas
Trabajadora social y estudiante de Psicología en la UNED
Profesor de Yoga titulado en la Escuela Internacional de Yoga de Madrid (YTT 400h)
Especialidad en hatha yoga y meditación
Estudiante de Filosofía en la Universidad de Salamanca
Mi nombre es David y desde muy joven me han interesado el Yoga y la Meditación, así como las Terapias naturales y todo lo relacionado con el mundo del crecimiento personal y espiritual, desde un enfoque integral de sanación y autorrealización.
Soy profesor de Yoga titulado en la Escuela Internacional de Yoga de Madrid (YTT 400h).
Llevo 14 años practicando Yoga en los cuales he podido probar varios estilos como Hatha Yoga, Vinyasa Yoga, Dharma Yoga, Yoga Nidra, Rocket Yoga, Yin Yoga, Yoga Egipcio, AeroYoga… entre otros.
Actualmente continuo mi formación en YogaDanza, además de participar en retiros, talleres y cursos.
He realizado formaciones en otras disciplinas como son el Quiromasaje (en el Centro Mam Devi), la maestría de Reiki (por la Alianza de Reiki), Reiki para Animales (Vida Natural Animal), así como talleres de Gemoterapia y Registros Akáshicos (en Akasha Mora) y otro de energia egipcia SKHM (Sekhem-Seichim & All Love) con Patrick Zeigler.
Principalmente doy clases de Hatha Yoga y Meditación desde una perspectiva y una visión tradicional e integral del Yoga.
Participo también con frecuencia en encuentros musicales inspirados en Cantos Devocionales de la India – también llamados Kirtan- en los que en los últimos años he sido guiado bajo la tutela de Swami Krishnananda y Jesús Garrido, profesores en la Escuela Internacional de Yoga.